En el oficialismo admiten que su tratamiento es "más lento" de lo que esperaban. Y que pretenden aprobarlo antes de que se terminen de planificar las grandes campañas veraniegas. El Frente Renovador asegura que se podría haber sancionado hace 10 días.
El Código de Publicidad “intermedio” que propuso el oficialismo aún no logró el consenso necesario para ser aprobado y ya se encendieron las primeras alarmas en el Concejo Deliberante: la temporada está cada vez más cerca, los eventos y campañas que atraen a las grandes marcas empiezan a planificarse pero no está definida la reglamentación a la que deberán ajustarse.
No es un dato irrelevante. El bloque del intendente Carlos Arroyo, la Agrupación Atlántica, argumentó en parte la necesidad de un nuevo código por la migración de campañas publicitarias de Mar del Plata a Pinamar que, según indicó, se registró en los últimos años por el cerrojo que estableció el código de Pulti.
“Es verdad que el tratamiento del proyecto es más lento de lo que esperábamos”, se sinceraron en la Agrupación Atlántica. “Pero nos interesa que haya un consenso amplio porque es una ordenanza importante para Mar del Plata. En esa línea, ha habido reuniones con diversos bloques de la oposición”, apuntaron.
La presidenta del bloque radical, Cristina Coria, aseguró que la intención sigue siendo aprobar el proyecto este año. “La verdad es que tengo una gran expectativa de que sea antes de la temporada. En realidad, debería ser no más allá de medianos de noviembre”, especificó.
Su par del Frente Renovador, Lucas Fiorini, está convencido de que la iniciativa pudo haberse aprobado en la sesión del 13 de octubre. Sostuvo que eso hubiera ocurrido si el oficialismo hubiese tenido en cuenta sus propuestas de modificación, que en total son 21 puntos.
Fiorini se mostró disgustado. Dijo que solo consideraron los cambios de forma pero no los de fondo. Y fue duro: “No se avanzó. Y estas cosas suceden cuando, por un lado, no se tiene el rumbo claro y, por el otro, cuando alguien no se deja ayudar”.
Fiorini recordó que su partido tenía un proyecto propio de Código de Publicidad, pero que no lo presentó para acoplarse al del oficialismo y no perder tiempo. “Como se demoró mucho el Ejecutivo en presentarlo y se nos viene encima la temporada, no presentamos el nuestro para que la discusión no llevara mucho tiempo. Nos sentamos con ellos y le propusimos 21 puntos para reformar. Son cambios con mucho sentido común, muchas mejoras técnicas”, destacó. “Nuestro proyecto era muy diferente al que presentó el Ejecutivo, porque era muy diferente al Código de Pulti. Nosotros consideramos que ese código le hizo mucho daño a la ciudad. Si bien había que ordenar la publicidad, del no control total nos fuimos a la prohibición total”, apuntó.
Fiorini criticó también el proyecto oficial para reemplazar al de Pulti. “El Ejecutivo presentó uno que técnicamente y en contenido es muy flojo. No está bien armado, es confuso, es muy parecido o copia muchas cuestiones del código de Pulti, con lo cual tampoco el cambio es muy profundo”, disparó.
Las propuestas
El proyecto oficial fue presentado como un punto intermedio entre la escasa regulación que había antes de 2011 y las limitaciones que hubo después, a partir de la aplicación del Código de Pulti.
Entre los puntos que propone modificar el Frente Renovador está la simplificación del trámite administrativo para autorizar las publicidades. “No se puede estar esperando entre un año y un año y medio para habilitar una publicidad frontal”, sostuvo Fiorini.
Desde el punto de vista del procedimiento, promueve una aprobación provisoria. “Nos parece interesante que pueda haber un ‘previsado’ una vez presentados todos los requisitos dispuestos por el municipio. Es un poco lo que sucede con las obras de construcción”, comparó.
También busca que sea más sencillo montar campañas publicitarias en temporada. “Habría que aprovechar mejor la ciudad que tenemos ?dijo?. Proponemos un cambio importante en el frente costero. Sin que nos afecte la vista al mar, la higiene ni los espacios públicos, permitiríamos que se avance con respecto a las campañas, siempre con una autorización del Emtur”, agregó.
Otra modificación es para que las autorizaciones duren cinco años. “En el proyecto oficial son siempre provisorias y pueden ser dejadas sin efecto casi sin causa en cualquier momento, con lo cual las inversiones no serían muy grandes porque estarían permanentemente condicionadas”, advirtió. Y alertó que esa situación, de no cambiarse, podría “dar lugar a hechos de corrupción”.
¿Acercamiento?
La presidenta del bloque radical, principal aliado de la Agrupación Atlántica en el Concejo, reveló a LA CAPITAL que “en líneas generales” coincide en el marco que propone Fiorini.
“De cualquier manera, este (por el proyecto oficial) es un código mucho mejor que el vigente en el sentido de la cantidad de posibilidades que permite en lo que tiene que ver con la publicidad, lo que entendemos que va a mover la industria y va a ayudar a los comerciantes. También va a ayudar al municipio en obtener un ingreso propio”, elogió.
La impulsora del texto oficial es la concejal Patricia Leniz (Agrupación Atlántica). “Seguramente pronto nos sentaremos con ella, con el concejal Fiorini y con otros para tratar de incorporar los aportes”, comentó Coria a LA CAPITAL.
El oficialismo siempre apuntó a obtener apoyo opositor para aprobar el proyecto, aun cuando tenía mayoría propia. Desde la semana pasada, que perdió esa condición con el alejamiento de José Cano, el respaldo de concejales ajenos no solo es una buena intención política sino una necesidad matemática: sin votos de otras bancadas no habrá nuevo código.
“Esperamos que el código tenga un acompañamiento mayoritario. Son normas muy profundas, muy de fondo. A veces vale la pena para tomarse un par de semanas más y no solo tener el acompañamiento en votos sino todas las miradas y propuestas de todos los sectores relacionados con el tema”, dijo Coria, consciente de la preponderancia del consenso.
Es que las dudas de los votos propios van más allá de la separación de Cano de la Agrupación Atlántica. Se afincan, sobre todo, en las marcadas divisiones que campean en el radicalismo.
La concejal, presidenta de la Comisión de Obras, pondrá el martes nuevamente el código en tratamiento (la semana pasada no estuvo en el orden del día). La hoja de ruta del expediente luego tiene marcada la Comisión de Legislación como paso previo al tratamiento en el recinto. La incógnita que se abre es si el proyecto recorrerá ese trayecto legislativo con la antelación suficiente como para permitir la llegada de las anheladas inversiones en publicidad.